Recorrido

Cómo cambia la vida, pasan los días y apenas integras la lenta evolución a la que te subyugas, burlando la retaguardia de tu percepción. A sus ojos eres frágil y manipulable, algo con lo que divertirse diariamente. Sin embargo, un día te das la vuelta y observas con natural perplejidad un pasado tejido con tu propia madeja y con el fino pero consistente hilo del azar encadenado, sumiso ante un efecto mariposa engendrado por las elecciones y las consecuencias que derivan de aquellos que nos rodean, hilvanando nuestro día a día, unas veces muy bien confeccionado, otras, con el ovillo hecho nudos.
 
Parece mentira que de un día para otro no encuentres más diferencia que el hecho en sí producido y entrados los años, puedas delimitar etapas, espacios temporales definidos por viejas glorias, avatares, momentos más y menos favorables que han acompañado a tu existir.
 
Abres los ojos y te das cuenta de la evolución: tu cuerpo ha cambiado, tu mentalidad también lo ha hecho, incluso tus relaciones, y empiezas a vislumbrar la realidad que vives comparándola con la pasada, dónde ves lo feliz que eras y te sientes bien, lleno, en armonía, porque sabes que esa parte siempre inundará la parcela más recóndita de tu ser, donde albergas el aspecto más íntimo de tu pasado.

Comentarios

  1. Puede que no cambiemos tantao como pensamos... lo que pasa es que somos muy contradictorios pero seguimos actuando de la misma manera ante ciertos estímulos... ¿cualquier tiepo pasado fue mejor como dice la canción?, pues seguramente no, pero el velo del tiempo lo hace parecer siempre mejor de lo que fue... al final somos un saco de recuerdos, forman parte de nosotros y nos conforman, sean éstos más o menos reales... Lo mejor está siempre por llegar...

    Besicos

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  2. Sí, pienso que podemos evolucionar pero nunca seremos alguien distinto al 100% de lo que muchas veces creemos, pues siempre habrá una esencia propia inmutable, que discrimina lo que somos y que tarde o temprano se evidencia. No obstante, el contexto cambia y con él una parte de nosotros también lo hace, pero eso, preservando el alma mater que nos caracteriza.
    Es importante sentirse a gusto con el pasado, no querer cambiar tu presente por él y pensar que ha sido mejor que lo que hoy tienes, más bien aceptarlo y atesorarlo como parte que te ha configurado y del que has aprendido, para llevarte esos buenos momentos contigo. Muaaa!!!

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