De lo negativo y sus posibilidades...

Encuentro feedback positivo al hallar personas mediocres en mi camino, especialmente al conocer a aquellos que pretenden hacerte sentir mal con actitudes mezquinas, repletas de miura injustificada. La mayoría de las veces puedes acabar comprobando que aquellos que intentan pisotear tu gloria son solamente cuencos vacíos con ganas de llenarse de vida, incapaces de hacerlo, con ineptitud para manejar con éxito sus emociones y ver más allá de sus posibilidades.
Torpes dependientes del qué dirán. Frustrados galopantes a caballo de la ira.
Y que aquellos que pretenden aconsejarte como si atesorasen la verdad absoluta en sus entrañas intentando que te sientas diminuto, sólo esconden la inseguridad que da forma a su desnutrida estructura...
Y como de todo lo malo hay que extraer esencia positiva, este hecho tiene que servirnos para darnos cuenta de cuánto valemos, de lo grandes que somos por ser naturales y espontáneos. Nos tiene que ayudar a reconocer lo que queremos a nuestro lado y poder crecer con ello, confinando al olvido gestos anodinos que no retroalimentan nuestro bienestar. No para venirnos abajo y que el mediocre refuerce su frustrada ínfula.
Tiene que valer para aprender y hacer entender que todos y cada uno de nosotros somos iguales y también diferentes, pero no "mejores y peores que".
Tiene que valer para seguir enfrentando la parte miserable del hombre, el más poderoso antígeno, que para enaltecer su espíritu, en incontables ocasiones, pretende segar la virtud del prójimo sin importar cómo.