Grito

Me desespero y ansío, y ¡no debería! a fin de cuentas, antes o después llegaré al punto que deseo alcanzar, seguro, ¿y qué mejor que experimentarlo con infinita tranquilidad?
Pero a veces, me siento incapaz de dejar de cuestionar al respecto, de reiterar algo manido y mi mente adopta el rol de una bomba a punto de explotar. Sabes que ocurrirá, no obstante, careces de nociones suficientes para desactivarla… ¿qué hacer ante situaciones desasosegantes? No me apetece distraerme, es más, aunque lo intente no podré… porque haga lo que haga me remitiré al tema clave de mi preocupación, a aquello de lo que pretendo escapar, a las enjundias que mi mente ha manipulado para apresarme y desgarrar mi cordura. 
Y yo, parece ser que le permito ese control indisciplinado. (No hay más ciego que el que no quiere ver...).

Comentarios

Entradas populares