Té e incienso

Una taza de té, revitalizante y liviana, acompañada por el aroma del incienso que tímidamente va ocupando el espacio en el que te hallas abrazando la paz de un cojín en el suelo, meditando. Sin pensar, dejándote llevar por el transcurso de la luz de la mañana, sólo percibiendo el olor entremezclado del té y del incienso, la fragancia de la quietud imperturbable.
El sabor de la felicidad condensada en unos minutos de gloria que recargan las pilas que te hacen funcionar. Sólo eso, té e incienso.